La primera zarzuela moderna

 

Inicios del teatro musical español

 

     El musicólogo José Subirá descubrió en la biblioteca del palacio de Liria (de los duques de Alba) el primer acto de la "comedia en música"  Celos aún del aire matan, obra de Juan Hidalgo (+ 1685) y letra de Calderón de la Barca, con todas las partes correspondientes a las voces y al bajo, pero sin los "ritornelli" e intermedios musicales, publicándola en 1933. [Sin contar con los numerosos “autos sacramentales” de C. de la Barca que es lo más semejante a una obra lírica pero con temas religiosos, género que practicaron muchos de nuestros maestros compositores (ej. Soler)]

 

     .El jardín de Falerina, cuyo estreno se efectuó en 1648, fue quizás el primer antecedente de la zarzuela. Obra teatral de Calderón , en dos actos y con abundante música cantábile. Posteriormente produjo El golfo de las sirenas y El Laurel de Apolo, denominándolas zarzuelas.

 

Blas de Castro, Gabriel Díaz, Juan Palomares, de la escuela polifónica profana también eran los más distinguidos compositores de música teatral.

 

 Muchos de estos espectáculos musicales se representaban en el palacio de la Zarzuela (un antiguo pabellón de caza situado en el parque real del Pardo, próximo a Madrid, y que había sido agrandado por Felipe IV (1621-1665)); la expresión "fiesta en la Zarzuela" se simplificó en "zarzuela"; y este nombre, en su origen proveniente de "zarza", pasó a designar un género teatral cantado.

 

      A partir de 1703, Madrid poseía una compañía estable de ópera italiana, y también la Capilla Real tuvo al frente músicos italianos: Falconi y Corselli, por ejemplo; Corradini y Mele colaboraron con los escritores españoles, y es de todos conocido el papel político-musical desempeñado por Carlo Broschi, llamado "Farinelli", al lado de Felipe V y de Fernando VI, durante un cuarto de siglo.

 

      Domenico Scarlatti entró en España en 1729 acompañando a su discípula la princesa María Bárbara de Braganza cuando esta se desposó con Fernando VI, y permaneció aquí hasta su muerte en 1757. Con su relación con el padre Antoni Soler (Olot 1729-El Escorial 1783) podemos asegurar que forman las bases de la escuela de tecla española del XVIII y con ello la esencia de la estilización local. Luigi Bocherini, músico italiano, afincado en Madrid e  impregnado del ritmo y color de nuestra tierra también marca la impronta del más refinado españolismo. Habría que añadir en este apartado a otros principales compositores de este siglo como Gallés, Mateo Albéniz, Manuel Blasco de Nebra, Felipe Rodríguez, José Lidón, Joaquín de Oxinaga, los vascos José Larrañaga, Manuel Gamarra, Joaquín Echeverría, Manuel de Sostoa, José Bidaurre y Juan Lonbide.

 

     Domenico Terradelles (Barcelona 1713-Roma 1751) triunfó en Europa con sus óperas Merope (1743) y Sesostri (1751) y Vicente Martín y Soler (Valencia 1754-San Petersburgo 1806), conocido con el sobrenombre de "Martini lo Spagnuolo" fue admirado por Mozart quien en prueba de ello introdujo el dúo "Pace, mio caro sposo" , de la ópera Una cosa rara, ossia Belleza e onestá, en su Don Giovanni.

 

       Los maestros de la Real Capilla de Madrid, Sebastián Durón (+ c. 1715), acusado no obstante, de italianizar la música religiosa; Antonio Líteres (+ 1747), compositor delicado, cuyo hijo -del mismo nombre- fue destacado organista; y José de Nebra (+ 1768), profesor de Soler, tienen gran peso en la historia de la música teatral española.

 

       Junto con Pablo Esteve y Grimau (Barcelona c. 1730-Madrid c. 1801) y, principalmente, con el madrileño maestro de capilla Antonio Rodríguez de Hita (1724-1787), nació y se desarrolló la zarzuela, género nacional que equivale a la ópera-cómica francesa. Rodríguez de Hita, muy importante como autor de composiciones religiosas, colaboró con el sainetero Ramón de la Cruz, con quien creó la zarzuela verdaderamente nacional, cuya música, Las segadoras de Vallecas y Las labradoras de Murcia, se inspira en el idioma musical español, del mismo modo que el texto se inspira en la bulliciosa vida del pueblo y en las costumbres cotidianas ("costumbrismo"). Rodríguez de Hita fue maestro del poeta y músico Tomás de Iriarte (1750-1791),  creador del melólogo (melodrama recitado con acompañamiento musical) y autor del poema didáctico La Música, muy pronto traducido al italiano y al francés. Al lado de la zarzuela (por lo general, dividida en dos actos) también se cultivó, con el mismo espíritu nacionalista, la tonadilla, pieza breve, concebida como intermedio entre los actos de una comedia; maestros destacados de este género fueron Lluis Misón (Barcelona 1720-Madrid 1766) -si no el verdadero creador de la tonadilla, si su auténtico renovador-, Pau Esteve, Blas de Laserna (Corella 1751-Madrid 1816), Pablo Moral, Antonio Rosales, etc. Ramón de la Cruz proporcionó libretos a varios compositores más: Antonio Palomino, Fabián García Pacheco, Ventura Galbán, Antonio Rosales (El licenciado Farfulla) y los italianos establecidos en Madrid, Luigi Boccherini y Gaetano Brunetti.

 

       La música española de fines del siglo XVIII, tanto si se trata de las obras de los compositores nacionales como de las de los músicos italianos residentes en España, habla ya en una lengua que le es totalmente propia, hasta el punto que puede decirse que en esta época nace la "música española" tal como ahora se concibe y se la reconoce en la obra de los grandes maestros contemporáneos, españoles o extranjeros.

 

 

        Continuaron en el principio del XIX, los maestros Sessé, Lidón, hasta llegar a nuestro personaje, Félix Máximo López, heredero de la tradición y centrado perfectamente en su antecesor Rodríguez de Hita.

 

 

Biografía

 

 

       El 18 de Noviembre de 1742 nació en Madrid Félix Máximo López, hijo de Antonio López, de Pastrana (Guadalajara) y Basilia Crespo, de Vallecas (Madrid). La familia es posible que viviese en la hoy calle Maestro Vitoria, entre Preciados y Arenal pues Félix Máximo fue bautizado en San Ginés.

 

        No es seguro que las tonadillas que se le atribuyen: "Las abejas", de Don Félix de Toledo, "Los Andaluces" y "El Escondite", de Félix López (firmadas así) , las tres fechadas en 1761, demuestren que vivió en Toledo aunque "El Escape", también de esa fecha, lo realice López en Madrid (el último hallazgo aparecido, las "Variaciones del fandango español para pianoforte" de Don Félix). Es lo que sabemos hasta 1764 cuando, con 21 años, el 29 de Junio  celebró una boda con María Dominga de Bartholomé Remacha, de 24, en secreto y por poderes en la Magistral de Alcalá de Henares y más tarde, en 1766, con veinticuatro,  contrajo matrimonio público en la madrileña  de San Ginés.

 

         Hasta 1775 la pareja debió salir adelante como pudo ¿dando clases o de organista en alguna iglesia? Tuvieron cuatro hijos: Ambrosio (1769), Miguel (1772), Juliana (1775) y José (1777). Ambrosio empezaría colaborando con su padre como organista en la Real Capilla y Miguel estudiando en el Colegio de Niños Cantores. Los dos llegarían a ser músicos de la Corte pero el segundo, tenor,  fue expulsado por su colaboración con los franceses durante la ocupación de 1808-1814 mientras que el primero luchó en la heroica defensa de Madrid.

 

        Por oposición a la Capilla de Música, Félix obtuvo la plaza de cuarto organista en 1775, dotada en seis mil reales al año. La prueba entonces, reinando Carlos III, consistía en interpretar una sonata preparada de antemano, otra desconocida para el aspirante que podía  leer cinco minutos antes, una interpretación coral u orquestal, posiblemente (según Alma Espinosa en su tesis doctoral “The Keyboard Works of Félix Máximo López” (1742-1821),  New York University Ph.D., 1976 Music, 899 páginas) habría que realizar una improvisación y finalmente un examen de teoría de la música. Esto permitió a la familia trasladarse a la casa Islada, en la calle Arenal.

 

        En Febrero de 1780 fallece repentinamente María  y Félix Máximo encuentra el consuelo en una joven de veintiocho años, Melchora Pérez Díaz, con quien contrae matrimonio, el 21 de Junio siguiente, de nuevo en San Ginés. De aquí nacieron tres hijos más: Juan Jorge Marcelino (1782), María Ángela (1784) y Francisco de Borja Carlos (1787). Fija en 1784 definitivamente su residencia en la Calle de las Fuentes nº. 11,  muy cerca de la calle Arenal.

 

 

      El trabajo de cuarto organista era diario, acompañando el oficio divino, en "Maytines Benedictus", en "Vísperas Magnificat" y en "Completas Nunc Dimitis", mañana y tarde. Las vacantes de los cuatro puestos de organista de la Real Capilla se iban ocupando según iban falleciendo los titulares, así pues, al fallecer el primer organista, Miguel Ravaza, en 1787, quedaron dispuestos de la siguiente manera: 1º- José Lidón, 2º- Juan Sessé y 3º- F. M. López. Sus honorarios eran de 10.000 reales.

 

      El puesto de tercer organista exigía también tocar diariamente en la misa, con más responsabilidad pues debía de sustituir a los dos primeros cuando fuese necesario, y el de segundo y primero tocar los días de fiesta o al estar presente el rey. Esto ocurría ya durante el reinado de Carlos IV (1788-1808). Mientras, de sus siete hijos sólo sobreviven tres, Ambrosio, Miguel y María. ¿Quizás fueran victimas de la enfermedad o de la guerra?

 

       En 1801 pasa a segundo con 12.000 reales anuales debido a la muerte del aragonés Juan Sessé. Hasta entonces sabemos de viajes a Ocaña y a Aranjuez, con amigos o bien con su hijo Miguel y algunos músicos de la Real Capilla.

 

        Finalmente, el último ascenso a primer organista fue el 6 de Mayo de 1805, consecuencia del nombramiento de José Lidón como maestro de la Real Capilla y rector del Real Colegio de Niños Cantores, con un sueldo de 16.000 reales anuales. El declive económico español en el fin del reinado de Carlos IV y la poco solvente gestión de Fernando VII provocó que la Corte española reduciera el presupuesto afectando ineludiblemente a los músicos, lo cual se agravó con la invasión napoleónica y la guerra de la Independencia. A partir de 1806 comenzaron las penalidades económicas para López , cobrando un salario con irregularidad y a veces nulo. En 1809 sólo había dos organistas en la Real Capilla: Félix Máximo López y Ángel Castronova; su salario era de 808 reales. A comienzos de 1814 se le restablecieron los 16.000 reales tras una carta a Fernando VII en la que además intercedía a favor de su hijo Miguel y poco después le aumentaron definitivamente a 18.000. El 9 de Abril de 1821 moría tras un ataque de epilepsia.

 

      Josef Severio, funcionario de la Real Capilla había dejado escrito sobre López , en comunicación del 18 de Diciembre de 1815: "...este buen anciano, que ha servido siempre de organista y llegó a primero de esta clase en el año 1805, no solo ha sido y es uno de los mejores que se han conocido en su cuerda o clase, sino que siempre ha sido exactísimo en el cumplimiento de sus obligaciones y muy hombre de bien; así es que para su mérito, circunstancias y apreciables prendas ha sido estimado y atendido por todos sus superiores".

 

 

 

Obra

 

 

    No está del todo claro cuantas obras para tecla de López se han perdido. Las que conocemos, "Música de Clave" (copia -BN M 1234), "Variaciones del Fandango español" (autógrafo -BN M-Cª 4420 14 ) y "Variaciones al Minuet afandangado" (copia -BN M 1742) que comprenden la "Integral de clave y fortepiano" (Ed. ICCMU por Alberto Cobo), más los manuscritos de órgano: "Juegos de Versos por los ocho tonos y cuerda de Gesolreut" (104 versos y fabordones BN M 1187), "Juego de versos de todos los tonos por la cuerda de Gesolreut" (324 versos -BN M 1735) "Música de órgano" (BN M 769) , "Piezas al órgano" (BN M 770) entre 1801-1803, "Siete Glosas sobre el Himno Sacris Solemnis" (BN M 1737), "Versos de órgano para la Nona de la ascensión" (BN Cª 5285 nos. 20, 21) y "Escuela orgánica" (BN M 2291) de 1799 (con clara orientación didáctica), pertenecen a la colección del Legado Barbieri (Biblioteca Nacional). En su inventario Barbieri nombra cuatro piezas (Rondó para piano a 4 manos; Seis minués fáciles para clave-1794; Sonata pastorela-1794 y seis pastorales para fortepiano u órgano -1802) a las que no se les puede seguir la pista junto a algunas otras obras de guitarra, violín y vocales y gran cantidad de villancicos. También menciona que él había visto: "...multitud de apuntes y borradores de versos y sonatas de órgano, que obraban en poder del librero Montes..." La lista de Barbieri omite algunas tonadillas y obras vocales y profanas que se conservan en el Monasterio de Montserrat, en el Real Conservatorio de Música de Madrid y en la Biblioteca Municipal de Madrid. Además podemos encontrar en la Biblioteca Nacional las "Reglas generales o Escuela de Acompañar" (hacia 1780- BN M 1188), método pedagógico con normas y enlaces armónicos interesantes como la modulación por quintas (BN M 1188); un 1er. tomo titulado "Obras Poéticas, Líricas y Cómicas" (BN MS 14101) que su autor Don Félix Máximo López compuso desde el año 1784 y que Barbieri encontró en el rastro madrileño en 1875, donde figura la letra para canzonettas, decimas, seguidillas, romances, cuartetas, sainetes, etc. Se percibe el humor de su admirado Cervantes. El tomo segundo no pudo ser hallado.

 

Décima que compuso el mismo autor

quejándose de su fortuna

 

Qué tengo Pobre de mí!

hoy, de haber vivido ayer!

solo tengo el no tener

las horas que ayer viví:

lo que hoy de ayer discurrí,

diré mañana, si soy,

pero tan incierto estoy,

de que mañana seré

que quizás no lo diré

por haberme muerto hoy.

 

(ejemplo de una décima  a la que  luego añade otras décimas glosando la anterior)

   

 

El disparate o la obra de los locos

 

 

     El hecho de que esta zarzuela, una de sus últimas composiciones, sea en tres actos,  que la letra fuera creada por el mismo autor de la música, que fuese su última obra, que hubiera trabajado anteriormente con asiduidad la tonadilla, que su creación aproximadamente se circunscribiese entre 1815 y 1820, y que sus manuscritos estuvieran en posesión de Barbieri, son credenciales suficientes para valorar estas páginas como pieza ejemplar de la época. Si unimos el valor musical y creativo del quehacer de nuestro músico, más aún.

 

     Barbieri habla de la influencia de los poetas Iriarte y Quevedo en las características burlescas de esta obra. Prácticamente, se compone de orquesta de cámara (más dos oboes y dos trompas en la "Sinfonía" introductora) e incorpora algunas danzas españolas (vals de la marica, cachucha...), fugas, canciones populares (Malbruk se fué a la guerra...), sermones, parola, fiesta de los toros (tercer acto)... Cuatro personajes (denominados: 1º, 2º, 3º y 4º loco) van uniendo frases y dichos populares de la época, a veces incongruentes, de carácter satírico o con el significado que pueden tener únicamente rítmico y musical (en el primer acto Don Agamenón -1er. loco- canta en un italiano antiguo latinizante durante algún tiempo). Podemos incluir esta obra en la incipiente corriente nacionalista desde Rodríguez de Hita.

 

 

Mañana famosa

buena está la plaza

la grada cubierta

toda está tomada.

 

(de la fiesta de toros del tercer acto de la zarzuela)

 

         ¿Que obras líricas conocemos desde 1815 hasta 1832 con el estreno en el recién creado Conservatorio María Cristina de los Enredos de un curioso (ver pág.1 de la “Primera ópera moderna”) , denominada como "primera zarzuela moderna"?

           

          Si bien esta última obra representa el eslabón o punto de partida hacia la posterior zarzuela, fundamentalmente por la inclusión del factor dramático, lógicamente al ser realizado el grueso de la obra por nuestros dos grandes operistas, Ramón Carnicer y Baltasar Saldoni, por otro lado no es una obra ambiciosa, su función era darle un carácter de apertura hacia los alumnos del Conservatorio (quienes la representaron) y al mismo tiempo justificar a los cuatro recién nombrados maestros del Centro: Pedro Albéniz, Saldoni, Carnicer y Piermarini.

     

            Claramente se ve que la presencia real influyó mucho para lanzar esta línea y además el factor "popular" siempre ha sido muy afín al "comercial".

 

            De todas formas, esta terminología "moderna" también se la podríamos aplicar a López. ¿Acaso Mozart no componía óperas y operetas? A parte de la siempre evidente influencia de Haydn en el madrileño, el salzburgués también estaba muy presente y la obra está muy entonada con este estilo, incluso con el ironismo burlón.

 

           Puede que se representara privadamente, como era costumbre para estas obras. ¿En que forma pudo esta obra afectar a las posteriores zarzuelas? Barbieri la estudió, Saldoni conocía perfectamente a López y según datos del propio músico F.M.L., él era una personalidad en su época.

 

            En 1820 con la Revolución francesa, los espectáculos de ópera italiana fueron prohibidos. La represión política antes y después no dejaba mucho desahogo para la libertad de expresión. Los teatros, de todas formas, estaban muy dominados por músicos italianos. La responsabilidad de mantener un cargo "real" era como para andar con pies de plomo. Aun así López quiso hacer "su obra" y si me permiten, decir algo más de lo que se había dicho.

 

 

        Baltasar Saldoni dejó escrito en su Diccionario: "Era hombre de invención pronta y feliz, conocedor del instrumento y de la ciencia de registrar...", refiriéndose luego a su "genio picante y algún tanto sarcástico".

     

Alberto Cobo       

Madrid, 26-IV-2000


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