La ópera “El Disparate o la Obra de Los Locos” de Félix Máximo López (1742-1821), esta protegida por la ley de propiedad intelectual, TÍTULO VI, artículos 129 y 130 – La protección de determinadas producciones editoriales-, y varios registros aprobados en la misma PI y en el Ministerio de Cultural, siendo aún vigentes el 100% de mis derechos de autor para su explotación, quedando absolutamente prohibidas las representaciones y exhibiciones públicas, arreglos, reducciones o desmenuzamientos transgesores, que no sean las que yo realizo, Alberto Cobo – director de Superopera.com
He solicitado al ICCMU postularme al Premio Nacional de Música, por la realización del trabajo de la primera grabación de la “Integral Para Clave Y Pianoforte” de Félix Máximo López (1742-1821), que se encuentra en esta Lista en Youtube disponible para ser escuchada por el público, pues son varios CDs lo que ocuparía y además no hay de música española para teclado realmente nada apreciable de esa época.
Cuando John Collins escribe en su crítica publicada por/en el medio más mafioso español de la música online, Mundoclásico, a mi edición de Félix Máximo López, que tan fielmente recoge Google siempre colocándolo al lado de mi nombre, graciosillos que son que lo han dejado petrificado ahí durante 20 años…. que mi edición no contiene “aparato crítico” como en las modernas ediciones…
¿A qué ediciones en concreto se refiere? ¿Aparato crítico en una edición que contiene muchas obras “Primeras ediciones mundiales” de más de dos siglos de antiguedad y que están perfectamente escritas y de comprensión que no suscita ninguna duda?
Si refiere por ejemplo al aparato crítico de Leslie Howard cuando editó/descubrió el “Romancero Español” de Franz Liszt en el 2007 en el que, si acaso habla algo, no da una o más bien dice que no tiene ni idea de dónde salieron esos temas y tuve que ser yo el que lo aclarase y luego me copiaran todas las rémoras de la musicología (que hay a millones), vamos apañados.
Yo incluí un análisis musicológico, que está bastante bien realizado, por cierto, de eso no dice nada. En español e inglés.
When John Collins writes in his review published by the most mafioso Spanish medium of online music, Mundoclásico, to my edition of Félix Máximo López, which Google always collects so faithfully by placing it next to my name, funny people who have left it petrified there for 20 years… that my edition does not contain “critical apparatus” as in modern editions…
What specific editions are you referring to? Critical apparatus in an edition that contains many “First World Editions” works that are more than two centuries old and that are perfectly written and understandable beyond any doubt?
If you refer, for example, to the critical apparatus of Leslie Howard when he edited/discovered Franz Liszt’s “Romancero Español” in 2007 in which, if he says anything at all, he doesn’t give one or rather he says that he has no idea where those themes and I had to be the one to clarify it and then they copied all the hindrances of musicology (there are millions of them), we managed.
I included a musicological analysis, which is quite well done, by the way, that says nothing. In Spanish and English.
He añadido un vídeo más a mi anterior post en mi blog sobre las “Variaciones del Fandango Español” de Félix Máximo López (1742-1821), incluyendo la partitura de mi versión/arreglo.
I have added one more video to my previous blog post about the “Variations of the Spanish Fandango” by Félix Máximo López (1742-1821), including the score for my version / arrangement.
Opiniones reales, no hay trucos de marketing ni perfiles falsos. Hoy día nos encontramos con millones de trucos informáticos y manipulaciones de todo tipo en redes sociales y plataformas de Internet, de gente que busca sin ninguna ética la fama pero a base de mentiras, engaños y estafas. La música clásica ha sido denostada en favor de estos manipuladores que ven una forma fácil, tramposa de llamar la atención y conseguir con ello grandes beneficios.
Esta lista que expongo aquí ha sido recopilando una a una las impresiones sobre mis grabaciones. Últimas impresiones desde solo apenas unos meses, de las muchísimas que he recibido en 20 años. Me imagino pues, que todo el mundo puede decir que es muy bueno y querer ocupar grandes cargos, que se les hagan grandes homenajes, grandes conciertos, condecoraciones, pero resulta que no son capaces de que más de cuatro personas les feliciten.
En fin, así está el mundo y que cada cual haga sus propias valoraciones.
Tal día como hoy, 1 de Marzo, nació Chopin. Hace ya 210 años. Recordémosle con una de sus páginas más célebres: El Estudio “Revolucionario”, n. 12 op. 10.
Gracias por vuestras felicitaciones, cada una de ellas vale un tesoro, no sabéis bien el valor que tienen! Si un like equivale a un euro, un corazón a tres euros, una felicitación (escasean, sobre todo si no son por tu cumpleaños…) son por lo menos 200 euros. Por eso, con miles y miles de ellas, ¡ya soy rico!
En el repertorio pianístico habitual nos encontramos con obras de períodos anteriores a la invención de piano como tal (“el piano moderno” como se le suele llamar en los libros de historia y que no es otro que el piano más o menos como lo conocemos hoy día aunque se hayan producido sobre este notables mejorías con el tiempo), lo cual es por eso que los compositores de esas épocas realmente componían para otro tipo de instrumentos, y que hoy día los pianistas nos encontramos con la necesidad de trasladar aquellas músicas a lo que encontramos más accesible y que ofrece una mayor calidad de sonido, el piano actual.
En un continuo e incesante fluir de felicitaciones por mis grabaciones y vídeos (recuerdo que desde hace unos 20 años me ocurre, casi a diario), llegan estas nuevas apreciaciones.
No solamente la época conforma un estilo, o unos cánones generales en cuanto a reglas, modas, gustos, formas de pensamientos, idiosincrasia social, sino que cada compositor dentro de su característico ambiente tiene -marcado por derivaciones de su educación, familia, entorno, posibilidades, historia o biografía personal-, unos rasgos y connotaciones personalizadas de mayor o menor enjundia, carácter, que requieren un estudio parsimonioso, a veces de años, incluso toda una vida, para conseguir acercarse a su “modus vivendi” artístico-musical, su mensaje real, o lo más certero y auténtico posible, dentro de las pruebas (cuanto más numerosas y extensas posibles mejor) – a conciencia estudiadas y analizadas- que permitan el logro de aproximarse -mediante la técnica de la constante y pertinaz búsqueda- a resurgir lo que muchísimas veces llega a ser un descubrimiento al acceder a la genialidad de dichas composiciones con plenitud.